La batalla de ajedrez

 cuento: la batalla de ajedrez - cabecera

Autor: Antonio Martínez Lorente

Que tarde tan mala hacía ese día. Llovía y hacía mucho frío; nos encontramos en invierno.

Marta estaba asomada a la ventana de su dormitorio, contemplando la calle, casi vacía. De vez en cuando, veía los paraguas de algunos que pasaban, dirigiéndose a toda prisa a lugar cubierto.

¡ Qué rabia – se lamentaba Marta – lloviendo así, no podré salir con mis amigas !

Marta es una chica de 14 años de pelo rubio y muy delgada. Estudia en el Instituto de su ciudad y  como cualquier otra chica de su edad, le gusta divertirse. Marta se resignó a quedarse en casa esa tarde. Encendió su ordenador y repasando los juegos y programas, descubrió un juego de ajedrez de su padre.

¿ Cómo se jugará a ésto ? – se preguntaba – ¡ Bueno por probar…!

Comenzó la partida y movía las piezas sin orden ni concierto, lo que le hacía reír, ya que no sabía las reglas del juego. Como es normal, ella jugaba con las fichas blancas; en un juego de ordenador de ajedrez, siempre es así.

cuento: la batalla de ajedrez - comienza la partida

En uno de sus movimientos, sin ton ni son, el ordenador le comió su reina. De repente se escucho una voz que venía de los altavoces de su PC.

¡ Pero niña ! – dijo la voz – ¿qué es lo que haces?, ¿ es que juegas con el enemigo ?

¿ Quién ha dicho eso ? – exclamó Marta muy asustada – ¿quién está ahí ?

¡ Mira a la pantalla del ordenador ! -ordenó la voz – ¡ Soy el rey blanco ! Marta no salía de su asombro. ¿Cómo es posible que hagas esos movimientos ? – continuó el rey blanco – ¿ Es qué quieres perder la partida ?

cuento: la batalla de ajedrez -  el rey blanco

Entre la sorpresa y la regañina, Marta, rompió a llorar.

¡ No llores, por favor ! – dijo la ficha real, mientras salía de la pantalla – ¡ Perdóname ! ¡ Soy un burro, ¿ amigos … ? ¡ Verás, tengo un gran problema y necesito tu ayuda. Hace algún tiempo que el rey negro se ha vuelto loco y amenaza con destruir mi reino. Secuestró a mi reina y para recuperarla, me obligó a hacer una apuesta, de tal forma que si yo perdía veinte partidas, nos eliminaría a todas las fichas blancas. Ya hemos perdido diecinueve y esta, tenemos que ganarla ! ¿Me ayudas ?

¡ Pero… si yo no sé jugar ! – se atrevió a susurrar Marta – ¿Qué puedo hacer ?

¡ Yo te ayudaré ! – prometió su alteza real – ¡ Hay que continuar la partida !

Marta le prometió al rey que lo intentaría.

¡ No puedes imaginar lo sólo que me siento sin mi reina! -suspiro el blanco monarca – ¡ la echo tanto de menos ! De pronto, en la pantalla del ordenador, apareció una chica cañón.

¡ Rey, no sufras por tu esposa ! – dijo la chica boom -¿ Si quieres, yo puedo ser tu reina ? Al rey se le salían los ojos de las órbitas y la lengua le llegaba al suelo al ver tal bombón.

¡ Majestad ! – se enfado Marta – ¿no veis que es una trampa del rey negro ?

cuento: la batalla de ajedrez - trampa del rey negro

¿Tú has visto como está ? – balbuceaba el rey –

¡ Mi madre ! ¡ Pensad en vuestra reina – le ordenó Marta – Es una artimaña de vuestro enemigo !
¡ Tienes razón, niña ! – suspiró avergonzado -. En ese momento, la chica diez se evaporó  y se transformó en el rey negro.

cuento: la batalla de ajedrez - el rey negro

¡ Maldita mocosa ! – dijo el negro muy malhumorado – ¡Métete en tus asuntos ! y desapreció.

El rey blanco tomó a Marta de la mano y ambos entraron en el ordenador a través de la pantalla.

¿ Dónde estamos ?- Marta estaba muy confusa – ¡ Dentro del ordenador ! -contestó el rey blanco –

¡ Esto lo cuento y no me creen ! – pensó la chica-

¡ A jugar ! – dijo su rey amigo – Nos toca mover. Coge el alfil y cómete el caballo negro, que me está dando jaque.

¡ Caballo, estás comido, para que no le des jaqueca al rey ! -habló la niña muy contenta –

¡ No es jaqueca; es jaque! – le explicó el rey -. Jaque es cuando una ficha amenaza al rey de forma que tiene que protegerse con otras fichas, mover de lugar o comer la ficha que amenaza – explicó a la chica – ¿ comprendes ?

cuento: la batalla de ajedrez - come al caballo

¡ Más o menos ! – respondió Marta –

El rey negro se mofaba de los dos. ¡ Vaya una pareja. con vosotros como adversarios, no tengo ni para empezar !

¡ No le hagas caso ! – repuso el rey blanco – y ahora le toca mover ! ¿Atenta?

Durante un buen rato, estuvieron moviendo piezas de aquí para allá; comiendo las piezas unos y otros. Sin que se dieran cuenta, el rey negro hizo un movimiento prohibido en ajedrez; cambió un alfil que estaba en cuadro negro a uno blanco.

¡ Jaque mate ! – gritó el tramposo rey -¡ He ganado las veinte partidas sin que me hagas tan sólo una. Tu reina me pertenece, tu reino me pertenece y tú serás aniquilado.

¡ Hemos perdido ! – comentó el rey con tristeza – ¡ Has hecho lo que has podido y te lo agradezco !

¡ Un momento ! – advirtió Marta – ¿ Cómo es posible que los dos alfiles estén en cuadro blanco ?,  ¿no tiene uno que estar en blanco y el otro en negro ?

¡ Es verdad – exclamó el blanco con asombro – Eres un tramposo. Todo este tiempo has estado haciéndome trampa !

¡ Así ha ganado las partidas – refunfuñó la niña – Roñoso !

¡ Lo que me duele, es que tu y yo fuimos siempre amigos y aceptábamos con deportividad las derrotas !, ¿ por qué te has vuelto así ?, ¿ qué te ha pasado ?

¡ Espere majestad, ese no es su amigo; quiero decir que no es el rey negro ! -advirtió la chica –

¿No?, ¡ entonces…!, ¿quién es? .

Le explicaré. Yo no sé de ajedrez, pero si se de informática. Un ordenador , que funcione bien, no admitiría movimientos incorrectos. Para que eso ocurra tiene que ser porque está infectado . ¡Este tipejo es un VIRUS INFORMÁTICO que ha tomado la identidad de vuestro amigo !

¡ De acuerdo, niña, me has descubierto …! ¿y qué?. – contestó el, ya reconocido, virus -¿ queréis saber cuál es mi verdadero plan?

cuento: la batalla de ajedrez - virus informático

¿ Qué vas a hacer, sabandija ?- dijo el enfadado rey blanco-

¡ Tu amigo, el rey negro, fue mi puerta de entrada al sistema. Para salir del programa de ajedrez a Windows, tenía que ganar las veinte partidas. Una vez fuera, infectaría todos los programas y posteriormente a Internet para hacerme el dueño de la red.

¡ No te saldrás con la tuya, malvado ! – dijo Marta muy, muy enojada –

¿ Qué vas a hacer?, ¿ ponerme la vacuna contra la gripe ? -se burlaba el virus –

¡ Tú lo has dicho ! – exclamó Marta, mientras salía del ordenador- ¡ Esperad un momento, majestad !

Marta, instaló el antivirus Panda y ya os podéis imaginar lo que pasó. El panda se fue directo hacia el virus y se lo tragó en un momento, mientras que pedía socorro.

cuento: la batalla de ajedrez - antivirus

¡ Bien !- se dijo Marta- Ningún bichejo me va a fastidiar mi «ordena». En ese instante, Marta tuvo mucho sueño y se quedó dormida.

Más tarde su mamá la llamó para cenar. Cuando despertó, el ordenador estaba apagado. Estaba confusa. Sería cierto todo lo que pasó esa tarde o fue, tan sólo un sueño. No pudo resistir la tentación de encender su PC. Todo era normal, nada hacía pensar que la batalla de ajedrez hubiera sido real.

¡ Todo ha sido un sueño ! – se dijo a sí misma – ¡ Un sueño ! Se dispuso a apagar el ordenador, cuando una voz proveniente de los altavoces dijo: ¡ Espera !. Eran el rey y la reina blancos y el verdadero rey negro. ¡ Queremos darte las gracias por todo lo que has hecho – dijeron los tres – Nunca te olvidaremos !

¡ Mejor no se lo cuento a nadie – pensó la chica – total, no me iban a creer !

cuento: la batalla de ajedrez - los reyes le felicitan