TITA DESCUBRE EL ARCO ÍRIS

Hola amiguitos, ¿ recordáis a Tita, la gotita de agua que hizo su primer viaje y que vivió muchas aventuras hasta reunirse con mamá nube?

Después de aquella primera aventura , Tita ha hecho muchos viajes en el ciclo continuo del agua en el planeta tierra: se ha convertido en copo de nieve en el invierno cayendo a tierra plácidamente , se convirtió en granizo cayendo a tierra con mucha velocidad y fuerza en alguna tormenta, también en chirimiri o calabobos cayendo con poca fuerza al suelo y otras muchas formas de lluvia, incluso ,como niebla llegando a ras de suelo El viaje más corto que hizo Tita fue una vez que llovió sobre el mar, porque también llueve sobre el mismo mar…

Pero hoy va a ocurrir un fenómeno muy extraño para Tita, va a conocer el arcoíris.

Como tantas veces, mamá nube se encontraba sobre las regiones de tierra adentro y estaba muy cargada de millones y millones de gotas de agua, y entre ellas nuestra protagonista, que estaba impaciente para comenzar un nuevo viaje.

Llegado el momento, todas las nubes allí reunidas comenzaron a llover y todas las gotas de agua se habían puesto su mochila-paracaídas para caer en tierra. Caían y

caían, pero esta vez parecía no llegar nunca el turno a nuestra amiga, hasta llegar a desesperarse .

-¿Por qué no caemos esta vez?- preguntó muy nerviosa.

-Espera a tu turno- , contestó mamá nube, – no seas impaciente-.

-Pero ya está dejando de llover y muchas hermanas y yo no hemos llovido todavía -, dijo más alterada aún.

-Primero caéis las gotas de mayor peso, contestó otra vez mamá nube, esta vez tú y tus hermanas pesáis menos que otras veces y caeréis un poco más tarde, ten paciencia-.

Tita y muchísimas hermanas esperaron y esperaron hasta que por fin les llegó el turno y en este momento ocurrió algo inesperado y extraño. En vez de caer a tierra se quedaron suspendidas en el aire. Mamá nube ya no estaba allí y el sol empezaba a brillar.

-¿Qué pasa aquí?, ¿por qué no caemos como otras veces?-, preguntó Tita con mucha sorpresa.

-Debido a nuestro poco peso estamos suspendidas en el aire; estamos flotando-, contestó una de sus hermanas.

-Pero si no caemos a tierra, no podremos llegar al mar y no nos encontraremos con mamá nube como tantas veces al final de nuestro viaje-; dijo Tita muy nerviosa.

-Tranquilízate-, le sugirió su hermana, -caeremos a tierra pero más despacio que otras veces y podremos llegar a casa como siempre-.

Mientras las dos hermanas estaban charlando, los rayos del sol llegaban a todas y cada una de las gotas suspendidas en el aire y es aquí donde Tita pudo admirar por primera vez el espectáculo más maravilloso y hermoso de la madre naturaleza: EL ARCOÍRIS.

Gotita ve el Arco Íris
Gotita ve el Arco Íris

Pudo comprobar que cuando por su derecha llegaba un rayo de sol, por su izquierda salían una multitud de colores preciosos que formaban bandas y eso le pasaba a todas sus semejantes, formando un arco mágico de vivos colores.

-¿Eh… qué me está pasando?, ¿por qué me llega por un lado un rayo de luz y por el otro salen muchos colores?-. Se asustó Tita mientras no dejaba de mirar a uno y otro lado de sí misma.

-No te asustes-, la volvió a tranquilizar la otra gotita,- es un fenómeno de la naturaleza que se llama arcoíris. Y se produce cuando para de llover y los rayos del sol pasa a través de nosotras, las gotas de agua en suspensión y dado que actuamos como prismas, descomponemos la luz en colores-.

-¿Prisma… yo soy un prisma?, ¿qué es un prisma?- ,no salía de su asombro nuestra protagonista.

-No, tú no eres un prisma, pero cuando la luz del sol pasa a través de ti, actúas como uno de ellos- , le explicó la otra gotita . -Un prisma es como un triángulo muy alargado ; como la caja de un toblerone transparente y cuando la luz llega a una de sus caras, la luz, que la vemos blanca ,se descompone en siete colores. Estos colores son los que ves que salen de ti-.

-Son el rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta, según veo yo-, aseguró Tita. -Es como si cada una de nosotras pintáramos de colores un trocito de cielo-.

-Así es-, afirmó la pequeña hermana, -entre todas y el sol creamos este maravilloso espectáculo de luz y color que siempre ha admirado el ser humano-.

-Además la luz del sol da un calorcito muy agradable y me hace cosquillas- , decía la maravillada gota de agua. -Cuánto dura este efecto visual?-

-Dura mientras nosotras estemos en suspensión-, contestó su hermanita,- nosotras iremos cayendo suavemente a tierra y el arcoíris se irá deshaciendo hasta una próxima lluvia-.

-Si subimos a la parte más alta del arcoíris y luego nos deslizamos por él, como si fuera un tobogán , caeríamos más rápido a tierra, sugirió Tita-.

-Ja, ja, ja-, comenzó a reírse su hermanita.

-¿Por qué te ríes, he dicho algo gracioso?-, exclamó Tita.

-Es imposible usar el arcoíris como tobogán, porque aunque lo veamos como un arco, en realidad no lo es. Donde vemos que se junta con la tierra, no se junta en ese lugar es el horizonte; es lo mismo que pasa en el mar que parece que se junta el mar con el cielo, pero no ocurre así. Aquí pasa igual-, le explicó su semejante gotita.

Nuestras dos gotitas iban descendiendo poco a poco y Tita comprobaba que el arcoíris se borraba del cielo lentamente.

-Es una pena que se borre del cielo algo tan bonito-, comentó con tristeza

-Ya lo formaremos en otra ocasión. Ahora tenemos que continuar nuestro viaje hasta el mar y el camino es largo-, añadió la otra gota.

-¿Qué te parece si hacemos el viaje juntas y me cuentas más cosas del arcoíris?-, propuso Tita.

-Muy bien-, contestó la otra gota de agua. -Por cierto, yo me llamo Goti, ¿y tú?-

-Me llamo Tita-, respondió nuestra amiguita,- somos tantísimos millones de hermanas que no podemos saber el nombre de todas-

– Oye, Goti, ¿cómo sabes tantas cosas sobre el arcoíris?-

-Hace tiempo me lo contó mamá nube cuando lo descubrí por primera vez-.

Poco a poco nuestras dos amigas descendían a tierra y como siempre, se filtraron a través de la tierra y llegaron al nacimiento del río y desde allí comenzó su camino hacia el mar donde les esperaría mamá nube.

-Díme, ¿desde cuando se forma el arcoíris?-, preguntó Tita.

-Yo creo que desde que el mundo es mundo-, contestó Goti, – pero entre los humanos hay una leyenda en la cual se dice que fue el Dios de los hombres quien, a través de un pacto con ellos, se vería en el cielo cuando dejara de llover-.

Un barco en el mar y el arco íris al fondo
Goti y Tita por el mar

-¿Un pacto?- Interrogó nuestra protagonista.

-Si, así fue. De camino hacia el mar te contaré todo. Resulta que hace muchísimos años, pero que muchísimos , los hombres que poblaban la tierra eran muy malos y cometían toda clase de pecados contra su Dios y éste ,para castigarlos, les envió el diluvio universal. Llovió durante cuarenta días y cuarenta noches sin parar hasta que las aguas cubrieron toda la tierra, incluso las más altas montañas. El resultado fue que toda la humanidad murió ahogada-, Le contó Goti.

-Cáscaras… ¿Murieron todos los hombres ahogados?-

-Todos no. Había un hombre que obedecía a su Dios y fue salvado junto a su familia; se llamaba Noé. Dios le dijo que hiciera un arca muy grande y que metiera una pareja de cada clase de animales para que después del diluvio se reprodujeran . Así que sólo se salvaron los animales y Noé y su familia-.

Tita iba tan atenta con el relato de su hermana que no se dio cuenta que se había encontrado con un viejo amigo, el cangrejo Anastasio.

-Hola Tita, ya no saludas a los amigos-, dijo el cangrejo.

-Perdona Anastasio, pero iba tan atenta escuchando a mi hermana Goti, que no me he dado cuenta de tu presencia-, contestó.

-¿Vienes aquí para que te respire antes de seguir tu camino?-

-Perdona esta vez, pero vamos muy retrasadas. Respira esta vez a mis hermanas y te prometo que en el próximo viaje te dejaré que me respires. Hasta pronto, aseguró la gota de agua-.

Y continuaron su camino. Tita quería saber más y más sobre la historia que le contaba Goti.

-Me decías que el Dios de los hombres hizo un pacto con ellos…-

-Sí, cuando dejó de llover las aguas bajaron de nivel, el arca se chocó contra una gran montaña y allí estuvieron hasta que pudieron viajar a la llanura-.

En su camino se encontraron con otro ser ya conocido que llamó la atención de Tita

-Buenos días Tita,¿ Te acuerdas de mí?, preguntó ese ser.

-¿Quién es?- Quiso saber Goti.

-No te acerques a ella , es la contaminación y es muy mala. Si te toca te contamina y no puedes ni moverte por el río-, explicó Tita.

Goti y Tita junto a peces en el mar contaminado
Contaminación en el mar

-Ja, ja, ja-, se reía la contaminación ,- eres muy rencorosa, ja,ja,ja… ¿No quieres que te de un abrazo?-.

Las dos gotas de agua siguieron su camino dejando atrás a la malvada contaminación.

-Lo que no entiendo es que pacto hizo Dios con los hombres-, se preguntaba nuestra amiga.

-Ya te lo explico. Dios les prometió a Noé y su descendencia que nunca más habría otro diluvio universal y ese pacto sería el arcoíris que saldría cada vez que dejara de llover-.

Nuestras amigas, las gotas de agua iban muy atentas a su conversación y no se dieron cuenta que entraban en una red de agua de un pueblo. Cuando entraron en una tubería y se dieron cuenta que ese no era el camino que debían seguir, no pudieron volver atrás porque una fuerte corriente les empujaba hacia delante

. Al final de la tubería se encontraba una fuente decorativa de agua de un parque del pueblo y ambas gotas salieron despedidas hacia arriba con mucha fuerza para caer dentro del pequeño estanque de la fuente .

-¿Dónde estamos?-, preguntó Goti.

-No lo sé-. Contestó Tita,- pero esto es muy divertido. Subimos con mucha velocidad y caemos en picado al agua-.

-Es verdad , vamos a repetir varias veces antes de seguir nuestro camino- , propuso Goti.

Y así lo hicieron. Estuvieron jugando a los saltos de agua hasta que una de las veces los rayos del sol daban directo sobre el agua de la fuente y por un instante se dibujó el arcoíris.

-Mira Goti, el arcoíris se ha dibujado sobre la fuente-. Gritó Tita muy entusiasmada .

-Claro-, explicó Goti,-sólo hace falta dos cosas para que se pueda formar el arcoíris : sol y agua y aquí hay de las dos cosas-.

Niño cogiendo un cubo de agua de un estanque donde están Goti y Tita
Niño recoge a Goti y Tita en un cubo

Tan distraídas estaban viendo el arcoíris que se había formado en el estanque de la fuente que no se dieron cuenta que un niño, con un cubo de playa, cogiendo agua de la fuente, las metió dentro del cubo .

-¿Qué pasa ahora?,¿dónde estamos?´- Preguntó Goti.

Tita se dio cuenta que estaban en un cubo de agua y que el niño que las metió allí era el mismo que en su primer viaje casi la bebe.

-No te preocupes , es un viejo conocido- , tranquilizó Tita, -déjame hablar con él y todo se solucionará-.

Tita subió a la parte más alta del cubo y le dijo al niño

-Por favor, devuélvenos al estanque para que podamos llegar al mar con mamá nube-.

El niño, recordó lo que pasó con aquella gota de agua que le habló que casi entra en shok y las devolvió al estanque diciendo : -Yo no estoy loco, una gota que habla-. Y repitiendo eso se marchó a casa.

Nuestras protagonistas decidieron seguir su camino y por un desagüe entraron en otra tubería que les llevó de nuevo al río.

-Vaya aventura-, exclamó Goti, -verás cuando se lo contemos a mamá nube-.

-Sí, en cada viaje vivimos nuevas experiencias, aseguró Tita-.

Nuestras amiguitas continuaban avanzando por el río en su camino al mar y tan concentradas estaban en su conversación que no se dieron cuenta que el cielo se estaba nublando y amenazaba lluvia.

-Cuéntame más cosas sobre el arcoíris-, hermana, pidió Tita.

-No creas que sé mucho más de lo que ya te he contado-, respondió Goti, – sólo decirte que pueblos muy antiguos ,cuando había sequía, hacían danzas de la lluvia para sus cosechas y cuando paraba de llover , admiraban el arcoíris cono si fuera una manifestación de los dioses-.

Comenzó a llover muy fuerte y el río fue aumentando su caudal hasta desbordarse y Tita y Goti, salieron del cauce del río y fueron a parar a un campo de labranza. Goti se asustó mucho porque fuera del río no llegarían al mar, pero para Tita ese campo no le era desconocido. Y así era, a lo lejos había un humano , un labrador que resultó ser Dímas, un antiguo amigo.

-No te preocupes, traquilizó Tita, ese humano, es amigo mío y nos llevará de nuevo al río..Di…dímas, soy la voz del espíritu del río y esta vez necesito de tu ayuda-.

Dímas, que reconoció la voz que en otro tiempo le ayudó a que sus campos estuvieran siempre regados , corrió a la ayuda de las dos gotas.

-Aquí estamos , gritó Tita, somos las dos gotas de agua , ¿ nos ves?-

-Claro que sí-, se sonrió Dímas, -con tu ayuda mis campos son muy fértiles y no se los tuve que vender al cacique del pueblo. ¿Qué puedo hacer por vosotras?-

-Llevarnos de nuevo al río-.

Así lo hizo, tomó un pequeño recipiente de cristal y metió en él las dos hermanas y las arrojó de nuevo al río.

-Adiós espíritu del río ya nos encontraremos en otro viaje, y muchas gracias por todo-.

Seguían avanzando cuando en el cielo se volvió a dibujar el arcoíris.

-Mira, hermana, otra vez el arcoíris- , exclamó con mucha alegría Tita. – Que bonito es…-

Rio de agua en un paisaje frondoso donde van Goti y Tita viendo el Arco Íris.
Goti y Tita ven el Arco Íris desde el río

-Claro como ha dejado de llover, nuestras hermanas que están en suspensión y la luz del sol han hecho este prodigio, decía Goti, y además , mira, se refeja en el río-.

-Es todo precioso- , decía con gran admiración nuestra protagonista.

Ya estaban muy cerca del mar y se apresuraron para reunirse lo antes posible con su mamá. Sabían que tenían que esperar en el mar hasta que el sol las evaporara para subir hacia arriba y que se formase mamá nube con millones de hermanas gotas.

Cuando se formó mamá nube, ambas gotas no paraban de hablar y contarle todo lo que habían vivido en este viaje.

El ciclo del agua en nuestro planeta continuó , y Tita hizo muchísimos viajes más. Pero eso lo dejaremos para más adelante.

FIN